– ¿Qué es el Kriya Yoga de Babaji?
El Kriya Yoga de Babaji es un linaje de Yoga, de los muchos que hay, viene de un maestro que se llama Babaji. Pero no es un culto, no es un sistema de creencias, es una práctica. Nuestro Kriya Yoga se origina en 1954, cuando Yogui Ramaiah, profesor de mi profesor, recibió las 144 técnicas o kriyas del Kriya Yoga de Babaji. ¿Quién es Babaji? Un maestro que está en el Himalaya. Muchos linajes vienen de maestros del Himalaya, Babaji es uno de ellos. Yogui Ramaiah recibió estás kriyas y se las enseñó a diferentes personas, entre ellas a Govindan Satchidananda, mi profesor. Govindan me enseñó todas estas técnicas, como se las ha enseñado a mucha gente por todo el mundo, y a mí – junto a una treintena de personas más – me formó para poder enseñarlas. Llevo unos dieciocho años enseñando Kriya Yoga, y estoy autorizado por él a dar los tres niveles de iniciación.
– ¿Qué significa “Kriya”?
“Kriya” significa “acción con consciencia”. La consciencia es el vehículo y la meta del Yoga. La respuesta rápida a la pregunta “¿quiénes somos?” es “nosotros somos consciencia, consciencia gozosa”. El problema está en que nos identificamos con nuestras percepciones, nuestras emociones y nuestros pensamientos. Esta identificación nos hace olvidar nuestra naturaleza esencial, y eso es lo que nos produce sufrimiento. Estamos en una montaña rusa, subimos arriba con el placer y bajamos abajo con el dolor, físico, emocional o mental. En el centro de la montaña rusa, justo en el centro de la rueda, hay un espacio que está más allá de las dualidades. Ése es el espacio de la consciencia pura. Todas las técnicas del Kriya Yoga están diseñadas para desarrollar finalmente la consciencia, y llevarla a cada una de nuestras actividades de la vida diaria. El Kriya Yoga no es un yoga para huir del mundo o para trascenderlo, sino para transformarlo, para llevar nuestra consciencia, nuestro ser real, a cada ámbito de la vida diaria.
– ¿Es un yoga clásico, cuántos años puede tener?
Algunas de sus técnicas son de una antigüedad que ni se sabe. Las técnicas fueron recopiladas y sintetizadas por Babaji en 1954, muchas de ellas son muy anteriores, pero, digamos, fueron puestas al día y adaptadas a las necesidades del hombre de nuestros días.
– ¿Qué resultados puede notar la persona que practica Kriya Yoga, especialmente si nunca antes ha practicado nada? Yogafest va especialmente dirigido a estas personas que no tienen experiencia previa en el Yoga.
Existen diferentes niveles de práctica y de compromiso en el Kriya Yoga. Se dan tres iniciaciones; las técnicas más importantes, las más básicas son las que se enseñan en la primera iniciación. El mínimo de práctica son veinte minutos por la mañana y veinte por la tarde, más una hora de asanas. ¿Qué puede uno esperar cuando practica? Una mejora de tu vida, en la medida en que aprendes a sintonizar con la parte más elevada de ti y a recibir inspiración para tu vida diaria a través de una serie de meditaciones. También tienes una técnica de respiración, la más importante de todo el Kriya Yoga, que además de aquietar tu mente, hacer que respires mejor, hacer que vivas más años por la óptima absorción el oxígeno a través de la respiración, acelera tu crecimiento personal, porque activa la energía y la mueve a través de los centros de consciencia – lo que llaman “chakras”. Kriya es “acción con consciencia”; cuando haces esta respiración, día a día, de forma sutil, sin prisas, expandes tu propia consciencia al expandir los chakras. En resumen, la gente que practica el primer nivel nota una mejor calidad de vida, recibe inspiración para mejorarla y tiene una fuente de tranquilidad y serenidad para afrontar los retos diarios.
– ¿En el Yoga, es lo mismo “realización” que “iluminación”?
– Para mí no. No uso la palabra “iluminación”, viene del budismo, no del Yoga, y además no la entiendo. En Yoga hablamos de la realización del Ser. El Ser es lo que tú eres en realidad. El problema de la condición humana es que nos identificamos con cosas que no somos en realidad. Los Siddhas (maestros del Yoga) definieron al Ser como Sat-Chit-Ananda, Existencia-Consciencia-Gozo. La condición humana es que pierdes de vista tu naturaleza esencial y te identificas con percepciones, sentimientos y pensamientos. Y todos éstos son duales, lo que quiere decir, tienen un aspecto de placer, alegría, y otro de sufrimiento. Y los dos no se pueden separar. La consciencia, tu ser real, no es dual, es un gozo que no depende de las circunstancias, está ahí siempre presente. Los Siddhas decían que estamos soñando con los ojos abiertos, estamos perdidos en las ensoñaciones y patrones de nuestra mente y de nuestro subconsciente. Cuanto más estás dominado por estos patrones más predecibles son tus actos y menos libertad tienes en tu vida. Hay gente que lleva unas gafas grises y piensa que todo el mundo es gris. Todos estamos condicionados por nuestros patrones inconscientes – esto en realidad es una forma de karma. El antídoto para esto es Kriya, la consciencia. Es ese espacio que hay entre tú y todo lo que sucede. En la medida en que metes consciencia dentro de ti mismo descubres esos patrones de limitación, y al hacerlo eres libre de seguirlos o no. Un Siddha, alguien que tiene la realización del Ser, es absolutamente impredecible, porque no está limitado por sus propios patrones mentales.
– ¿Hasta qué punto es impredecible?
Mira a Jesús, en un momento te hablaba de amor y al momento siguiente expulsaba a los mercaderes del templo. Nadie sabía por dónde iba a salir Jesús. Por eso era tan peligroso. Los maestros son muy peligrosos.
– Hay gente que le tiene miedo a que en el Yoga esté la palabra “dios”, que esté la palabra “espiritualidad”…
Hay tres palabras que procuro no usar nunca, justo las has dicho. Una ya la conoces, es “iluminación”. Otra palabra es “dios”, y la tercera es “espiritualidad”. ¿Por qué? Porque son tres palabras que, aunque parece que estamos hablando de lo mismo, cuando las usamos cada uno está pensando en una cosa diferente, hablamos de cosas absolutamente dispares para cada persona.
– ¿Son diferentes por lo que ha vivido cada uno?
Y por las creencias de cada uno. Hablas de “dios” y uno pensará en un abuelito en camisón sentado encima de una nube. Otra persona pensará – ahora está muy de moda – en “una energía, hay una energía”. La gente piensa en cosas muy dispares, muy diferentes. Afortunadamente – y lo digo porque no tengo que entrar en este interminable mundo de creencias personales – el Kriya Yoga no es un sistema de creencias; yo no enseño creencias, enseño técnicas. Los Siddhas no perdían tiempo en creencias. Te decían, “toma esta técnica, practica y dentro de un año vuelves y me explicas”. A través de las siete meditaciones de Kriya Yoga puedes aprender más sobre el funcionamiento de la mente, mediante tu experiencia directa, que leyendo cien libros sobre la mente.
Yo uso el término “Ser”, más que “dios”. Y si me preguntas qué es la espiritualidad, para mí es el estudio de la mente, de sus fluctuaciones y creaciones, y la experiencia de la consciencia gozosa detrás de la mente. Y también todo el mundo piensa en cosas dispares al hablar de espiritualidad: viajes astrales, magia, visiones…al final todo esto está condicionado por la mente. El objeto de estudio es tu propia mente, todos estos fenómenos sutiles pasan a través de ella. Tienes que saber cómo funciona la mente para poder experimentar justo lo que hay detrás de ella: existencia, consciencia, gozo, tu ser real.
– Para acabar, algún consejo para las personas que no conocen el Yoga ni el Kriya Yoga.
Mi consejo para los que empiezan es decirles que el Yoga tiene muchas escuelas, maestros y linajes, que se permitan la libertad de experimentar y que al final se queden con lo que mejor les vaya. Cuando enseño Kriya Yoga se lo digo a la gente: dale una oportunidad a las técnicas, experiméntalas, y al final sigue lo que te vaya mejor.
– ¿Es difícil de practicar?
No, es muy fácil. Una de las características del Kriya Yoga de Babaji es la extrema simplicidad de las kriyas. A través de unas técnicas muy sencillas puedes tener comprensiones y resultados muy profundos. Y creo que esto se hizo a propósito.